Néstor Elias, para Pressenza International Press Agency http://world.pressenza.org/
A pesar de la crisis económica no baja el gasto en armas. Tal aspecto no está en los comunicados de las naciones ni en la permanente y constante opinión publicada. Sin embargo los presupuestos para la fabricación de armas no han bajado.
Países como EEUU, Francia, Bélgica, Reino Unido, Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Venezuela, Chile y Colombia, entre otros, siguen invirtiendo sus billetes en la construcción de armamentos. Algunos generando armas de última generación, otros comprándoles a los países centrales. Simultáneamente la crisis económica del sistema neoliberal o de la economía libre de mercado, muestra cada día nuevos millares de trabajadores desocupados en muchos de esos países. Salvando todas las distancias entre cifras y calidad de armamentos en los
que cada uno de dichos estados está invirtiendo gran parte de sus presupuestos, lo importante es revisar este escenario en el cual crisis y desarrollo armamentista no se contraponen, sino que incluso en la cabeza de algunos dirigentes mundiales se potencia. Francia estos días ha decidido tomar otro protagonismo dentro de la OTAN, y ha apoyado tal postura en el gran mercado de negocio de armas al tercer mundo.
que cada uno de dichos estados está invirtiendo gran parte de sus presupuestos, lo importante es revisar este escenario en el cual crisis y desarrollo armamentista no se contraponen, sino que incluso en la cabeza de algunos dirigentes mundiales se potencia. Francia estos días ha decidido tomar otro protagonismo dentro de la OTAN, y ha apoyado tal postura en el gran mercado de negocio de armas al tercer mundo.Los números siempre ocultos o semiocultos de la carrera armamentista, muestran que la venta de armas (legal e ilegal, ¿Qué importa?) es el principal negocio mundial. La fabricación de nuevos conflictos armados (pequeños o grandes, ¿Qué importa?) es la lógica consecuencia del tal desarrollo y en ello siguen poniendo su esfuerzo muchos departamentos de Estado a fin de garantizar recursos que puedan paliar aspectos de la actual crisis financiera. Entre tanto diez niños mueren de hambre, enfermedades curables y desolación a cada minuto en mundo.
Habrá que ver hasta cuando la humanidad seguirá aceptando el despropósito social del actual armamentismo que sigue su excepcional desarrollo a pesar de la gran crisis económica mundial que está dejando a millones de personas en la calle en los países donde más se invierte en armas.Por el momento la ecuación desde los países centrales sigue alimentando la muerte.
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